lunes, 25 de febrero de 2013

PERLITA Y LA LUNA

Perlita estaba sola, junto al puente del rio. Algo le empujaba a arrojarse al caudaloso cauce, un deseo de acabar, de terminar con todo de una vez, pero, entonces, vio la luna reflejada en el agua, se quedo mirandola un buen rato, y poco a poco comprobo como aquel circulo de plata se convertia en una blanca y amplia sonrisa. Aquella vision le sereno por un momento su actitud negativa. Miraba y miraba la luna del agua y, de pronto, la sonrisa vino hacia ella, la luna se elevó sobre el rio y se acercó hasta posarse en sus manos abiertas. Permaneció en silencio, asombrada, y la luna le habló:
.-¿Sabes? El agua esta bastante fria y yo me encuentro mejor aqui en tus manos, te pido que me dejes un ratito contigo. Y, tu ¿Por que quieres arrojarte al rio? ¡con los fria que esta el agua!
.-Es que siento que lo he perdido todo-contestó Perlita- nadie me entiende, no tengo ganas de seguir viviendo.
.-Y ¿por que te has detenido?, dijo la luna. 
.-Por que te vi a ti-dijo Perla-y me pareces muy hermosa, ademas, me has sonreido.
.-Claro pequeña, es que tu tambien me pareces hermosa-dijo la luna-Sabes, Pues esas cosas bellas son las que tienes que descubrir.  Levanta los ojos, mira las estrellas, ¿verdad que es bonita la noche?,
.-Si-dijo Perlita-es preciosa.
.-Pues mira alli,-indicó la luna- al final del rio; ya se empieza a ver la luz del dia, dentro de muy poco amanecerá y si te fijas en todos los detalles, veras cosas muy bonitas y descubrirás lo hermosa que es la vida y te darás cuenta que, a pesar de todo, merece la penar vivirla.
Al poco tiempo empezó a amanecer. La luz fue iluminando los campos, y el agua del rio, y el paisaje. La luna dijo a Perlita:
.-Tengo que irme, sabes, hasta pronto. Abandono sus manos y volvio al rio.
Perlita, se quedó un poco triste, pero pronto penso en lo que la luna le habia dicho y miró a su alrededor, contempló el paisaje lleno luz y de colores, se admiro con el azul limpio del cielo, del rio que pasaba con su rumor de agua y comenzó a andar por la avenida con la sonrisa de la luna en su cara, buscando, de nuevo, la vida...