domingo, 2 de enero de 2011

EL MUNDO Y LO RURAL


Parece que la actual crisis económica no nos va a hacer cambiar la mentalidad hacia lo positivo, o, tal vez, resulta que este sistema económico mundial, este capitalismo moderno que nos domina, tiene sus estructuras tan fuertemente ancladas en nuestra sociedad, que ya resulta imposible derribarlo, modificarlo o sustituirlo.

En épocas de crisis los bancos no arriesgan ni un pelo, salvaguardan sus orondas ganancias, cierran la puerta y los de fuera que se fastidien.

Ahora nos dicen que, en pocos años, China sera la dueña del mundo economicamente, este país esta creando un imperio económico a través de inversiones en todos los paises, con ventas de productos a bajo precio, basado en la esclavitud de la mano de obra, con salarios paupérrimos y condiciones de trabajo infrahumanas.

¿Hacia donde vamos? ¿que sociedad estamos creando? La riqueza se esta concentrando hoy mas que nunca en manos de unos pocos y con la riqueza, el poder. Eso hará que esos pocos sean los dueños del mundo y todos los demás sus esclavos. Es posible que todos los avances sociales conseguidos hasta ahora se vayan al garete en pocos años. Esta visto que hemos seguido un camino equivocado y tal vez, para cambiar el horizonte tenemos que desandar lo andando, pero con la lección aprendida y con los medios que la sociedad moderna nos ha puesto a nuestro alcance.

Recuperar los valores sociales y humanos que nos legaron nuestros mayores, disfrutar de la verdad y de la cercanía de la vida, sin que el dinero sea un medio imprescindible para ello, que la solidaridad espontánea de siempre, sea ahora una solidaridad organizada. Todos estos son factores que debemos volver a sentir y a vivir ¿donde? en los pueblos, en el medio rural. El medio rural es el escenario ideal para este cambio de mentalidad social.

Y cual es el primer paso que debemos dar: quitarle nuestro dinero a los bancos y depositarlo en cajas municipales creadas al efecto y gestionadas por el Ayuntamiento y por lo vecinos. El dinero que ahora tienen los bancos, debe estar en nuestras manos y ser nosotros los gestores directos. Una gestión orientada a la creación de vida basada en los factores inmediatos, con el máximo respeto al medio ambiente y con un sentido solidario y común de la propiedad, es decir, todo es de todos. ¿Por que no lo intentamos?

A mi, a veces, me da por soñar, y, quizá esto que digo, no sea mas que un sueño o una utopía irrealizable.