Nos adentramos en una mañana soleada de sábado, bajo los albores de una tímida primavera, por los espaciosos y florecidos paisajes del Valle del Jerte. En la localidad de Navaconcejo, estacionamos nuestros vehículos y pertrechados de gorras mochilas y bastones, no sin antes dar cuenta en un cercano bar de un sabroso cafe con churros, emprendimos nuestra ruta por el bello paseo del pueblo que acompaña la bajada del río Jerte.
Al finalizar el trayecto urbano, vimos un cartel de madera con la siguiente inscripción: "Ruta de la Garganta de las Nogaledas". Por su entrada descubrimos un bello paraiso natural. Entre un espeso bosque de verdes robles, formado sobre estas pronunciadas estribaciones de la Sierra de Gredos, el agua, salvaje, libre, abundante de espejos y cantares, baja sonora entre rocas verticales que la encienden de espuma y armonía.
La senda es una subida pronunciada, serpenteante y estrecha, de unos 4 km y de una hora aproximada de recorrido. La dificultad se acentúa a medida que ascendemos, pero el deleite de la contemplación es sublime cuando, rodeados de alisos y robles, sobre la falda vertical de la montaña, en el silencio del bosque, escuchamos el caudaloso cantar del agua, bajando sonora entre las piedras y dando fondo a los diversos y apacibles rumores de la naturaleza. En el final de la subida, sobre esta senda, que debió ser antigua vereda de cabreros, la vista se esparce agradecida en la contemplación del paisaje.
Os invito a que hagáis esta ruta. Es una verdadera delicia y una gran emoción descubrir estos bellos rincones de nuestra tierra. Verdaderos paraísos naturales, que merece la pena cuidar y proteger.Picando en las fotos podreis verlas ampliadas y detalladas.
Aquí os dejo un enlace sobre unos vídeos de esta ruta donde el agua es la principal protagonista.
GARGANTA DE LAS NOGALEDAS: I, II, III, IV Y V
Al finalizar el trayecto urbano, vimos un cartel de madera con la siguiente inscripción: "Ruta de la Garganta de las Nogaledas". Por su entrada descubrimos un bello paraiso natural. Entre un espeso bosque de verdes robles, formado sobre estas pronunciadas estribaciones de la Sierra de Gredos, el agua, salvaje, libre, abundante de espejos y cantares, baja sonora entre rocas verticales que la encienden de espuma y armonía.
La senda es una subida pronunciada, serpenteante y estrecha, de unos 4 km y de una hora aproximada de recorrido. La dificultad se acentúa a medida que ascendemos, pero el deleite de la contemplación es sublime cuando, rodeados de alisos y robles, sobre la falda vertical de la montaña, en el silencio del bosque, escuchamos el caudaloso cantar del agua, bajando sonora entre las piedras y dando fondo a los diversos y apacibles rumores de la naturaleza. En el final de la subida, sobre esta senda, que debió ser antigua vereda de cabreros, la vista se esparce agradecida en la contemplación del paisaje.
Os invito a que hagáis esta ruta. Es una verdadera delicia y una gran emoción descubrir estos bellos rincones de nuestra tierra. Verdaderos paraísos naturales, que merece la pena cuidar y proteger.Picando en las fotos podreis verlas ampliadas y detalladas.
Aquí os dejo un enlace sobre unos vídeos de esta ruta donde el agua es la principal protagonista.
GARGANTA DE LAS NOGALEDAS: I, II, III, IV Y V