viernes, 1 de mayo de 2009

DISFRUTEMOS DE LAS COSAS PEQUEÑAS

Hay personas que viven en una urgencia permanente, corriendo de aquí para allá como si el mundo estuviera a punto de desaparecer y necesitaran de una ayuda.

En la escala zoológica hay ejemplos reales: El desierto del Sahara se extiende sobre 9 millones de km2. Durante el día registra temperaturas de 58º C.

Es casi imposible imaginarse la vida con estas condiciones.

Existe una especie de lagartija que sobrevive todas las horas del día en movimiento constante, se apoya en 3 patas para no morir quemada con la arena.

Corre sin detenerse y sus momentos de descanso no superan los dos o tres segundos.

Cuando la noche inunda el paisaje y la temperatura desciende a veinte grados bajo cero, se detiene.

Me pregunto ¿por qué hay humanos que necesitan no tener tiempo, y disfrutan de estar siempre agobiados por la acción?. Sólo parecen involucrados en su propia urgencia que, como estas lagartijas, puede transformarse en tan sólo una huida sin destino.

Parar un momento, mirarse por dentro, recorrer el entorno buscando algo para disfrutar, Vivir por instantes, aunque sea, el placer profundo de desocupar las manos y limpiar la mente para gozar del silencio plagado de sonidos domésticos y queridos , es una manera de prolongar la vida.

Es, al principio, para los eternos y compulsivos correcaminos, un esfuerzo de voluntad, pero al intentarlo, nos enriquecemos con pequeñísimas cosas que ofrece la vida, que la urgencia inútil hace que nos pasen desapercibidas.

Aqui te dejo este ramo de paisajes envueltos en música salida del silencio, para que reflexiones mientras disfrutas de un momento de paz.

11 comentarios:

ROSA dijo...

Mi querido Cruz, que razón tienes.

En esta vida en que la prisa es nuestra compañera, a veces dejamos pasar cosas pequeñas que suceden a nuestro alrededor.
En mi caso como esposa, madre, hija y mujer trabajadora dentro y fuera de casa, muchas veces siento que la vida se me escapa a las pequeñas cosas diarias.
En algunas ocasiones, me he parado, y he disfrutado de las pequeñas cosas, que me ofrece la vida, mirar una flor en mi patio, la sonrisa de mis hijas, el abrazo de mi madre.
Deberíamos tener mas tiempo para esas pequeñas cosas que nos hacen feliz.
Un besito Rosario

Belkis dijo...

Gracias Cruz por tus palabras y por ese video tan estupendo, me proporcionó mucha paz. Es cierto que vivimos en una loca carrera detrás de conseguir cosas que luego no te dan la felicidad. El mundo está lleno de sueños, de caricias, de colores, de luz, de esas pequeñas cosas que si uno aprende a exprimirlas y a disfrutar de ellas, tiene la llave que encaja en la cerradura mágica de la felicidad.
Recibo un fuerte abrazo

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo Cruz:

Sosiego, tranquilidad; vamos aprendiéndolos poquito a poco, la verdad es que hemos de desembarazarnos de los ritmos que impone esta sociedad que muchas veces va a donde vaya sin destino; la mayoría estamos muy calados por los valores de esta sociedad que nos movemos, como bien dices, como esas lagartijas del desierto.

Por cierto ¿qué tal por Trujillo? Los quesos también son mi pasión.

Recibe un muy fuerte abrazote amigo.

Nota: Vaya coincidencia amigo, tu comentario en el blog de Guillermo y el mio, uno detrás del otro y tratando la misma cuestión. Sincronía como le digo a Ruth. Otro abrazote amigo.

esgave dijo...

Buenas tardes:
Estoy viendo el cartel del festivalino de Pescueza y veo que viene la oreja de van gogh.
No he estado en los anteiores, pero en este si que estare.

Si alguien esta interesado, tengo una casa rural en Valdencín, a 20 Km de Pescueza, por si a alguien le interesa para esos dias.
Dejo el enlace por si alguien esta interesado.

http://www.niumba.com/casas-rurales/caceres/valdencin/89442

Tambien estoy de acuerdo con vuestras reflexiones. Creo que vamos demasiado deprisa a todos los sitios para llegar siempre tarde. Para ejemplo la carrera para impedr el cambio climatico, todo el dia hablando de ello, para al final, como nadie lo remedie, llegar tarde.
Saludos a todos.

Unknown dijo...

Hola Rosario:

Debemos disfrutar de los sencillo, de lo pequeño, ello nos da paz y felicidad.

Hola Belkis.

Es dificil conseguir esa quietud cunado la vida nos obliga a correr, pero debemos buscar momentos de paz. El entorno rural es propicio para ello.

Hola Javier:

La ajetreada sociedad nos empuja pero es bueno buscar ratos de sosiego y disfrute de lo pequeño y los sencillo.

Cuando hay personas que busca el bienestar y la felicidad de todos existen puntos de coincidencia porque las ideas van en una misma direccion, eso nos puede ocurrir al muchos de nosotros. me alegro de ello.

Hola esgave.

Te agradezco en nombre de Pescueza que te brindes para acoger en tu casa rural de Valdencin a los visitantes del Festivalino. Ese entorno rural, como el de Pescueza, es un buen marco para detenernos y disfrutar de la vida en paz.

Un abrazo fuerte a los cuatro.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

A veces hace falta tener prisa para ver las cosas grandes....lo mejor, sin duda, encontrar el equilibrio entre la prisa y la calma...

Nieves dijo...

Ya habéis dicho todo lo que pienso.
Dejemos de correr y miremos esta vida con los ojos de la tranquilidad, el sosiego y la calama, así valorarmos lo realmente importante porque esta vida no es una meta es un trayecto.

hermosos video.

Besitos. Nieves.

Unknown dijo...

Jorge.

Creo que no es necesario correr para ver las cosas grandes. Se trata de disfrutar mas de la vida yendo menos deprisa. A veces lo mas grande esta en lo mas pequeño, en lo sencillo.

Nieves.

Totalmente de acuerdo contigo. Paciencia y que pronto consigais vuestras metas. Suerte.

Abrazos.

AndrEX dijo...

Precisamente lo que dices en el titulo es lo que me hizo hace años enamorarme de Extremadura.

Cuando estás toda tu vida en una gran ciudad, no sabes que existen esas cosas pequeñas que te ayudan a saber quien eres y a tomar la medida de ti mismo.

Días atrás, he estado yendo y viniendo al hospital clínico de Barcelona, desde donde yo vivo, en un pueblo a 30 kms. de Barcelona.

He vuelto a revivir y con mas intensidad, lo que desde 1988 que me fui a vivir lejos de la gran ciudad, no vivía. La soledad.

Entras en un ascensor del hospital, dices buenos días y te miran como si fueras un interno de psiquiatría.

Pero lo mas triste ha sido ver como un señor de unos 80 años, de caminar inseguro, cargado con dos bolsas de la compra, pasó por un paso de peatones con el semáforo en rojo. Ya nadie tiene tiempo para parar. El que lo hace no es de esta sociedad, debe de irse. Es un bicho raro.

Cruz, gracias a un amigo que tengo, muy parecido a ti en la forma de ser y de pensar, he llegado a ver que cuanto menos quieres, mas tienes. Que cuanto mas despacio vas, antes llegas. Que cuanto mas das, mas recibes, pero sin prisas, claro.

Durante esos días en los que un ángel llamado Ainitze, cirujana vasca de 32 años, ha salvado la vida de mi padre, he disfrutado con una pequeña cosa. Un dia estuve dando sangre junto con mis hijos. Ella a mi izquierda y el a mi derecha.

Te lo aseguro, uno de los momentos mas felices de mi vida. Son esas pequeñas cosas.

Un abrazo

Andres

Unknown dijo...

Hola amigo Andres.

Creo que la vida frenetica de la ciudad nos hace impermeables a los sentimientos, a las emociones, a los afectos. Todo esto, como tu dices, todavia lo tenemos en las zonas rurales. La vida en un pueblo nos permite momentos de paz para disfrutar de los pequeños detalles de la vida.

Gracias por tu preciosa reflexion y me alegro mucho lo de tu padre. El donar sangre con tus hijos supongo que seria algo bello. Ten por seguro que siempre disfrutamos mucho mas dando que recibiendo.

Estuve en la feria del queso en Trujillo y disfrute con la Plaza Mayor a rebosar de gente y la variedad de quesos de toda España, alguno de los cuales pude degustar, depues vi algo que me encanto: el museo Rural y Etnografico del cura Pepe Blanco en Huertas de Animas; precioso escaparate de cultura popular. Una maravilla.

Gracias compañero y espero me visites de vez en cuando, me aportan mucho tus comentarios.