lunes, 3 de mayo de 2010
JARALES EN FLOR.
El riego abundante del invierno lleno de vida y color la primavera. La mañana del primer domingo de mayo era una amplia y variada gama de colores sobre la extensión del paisaje. Abrirse paso entre las estrechas y escondidas veredas de los espesos jarales, inundados de flores blancas, o detenerse un momento a orillas del arroyo para escuchar el silencio de la naturaleza, tan lleno de variados y apacibles rumores, es un privilegio al alcance del mundo rural.
Darse una ruta por los montes y llanos de esta bendita tierra nuestra, en este sereno esplendor de la primavera, nos deja en el cauce del alma la paz necesaria, traída, como esencia de vida, desde la savia eterna de un paraíso cercano.
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2 comentarios:
¡¡¡Qué cosa tan linda y tan interesante!!!!
Muchas gracias y enhorabuena.
Saludos
ANTONIO
Gracias Antonio por visitarm blog. Yo tambien visite el tuyo. Veo que eres un gran enamorado de la música clasica. Saludos.
Cruz Diaz.
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