Compartir nuestras propias aficiones con los demas, nuestros momentos felices, nuestras satisfacciones, es una forma de abrirnos, de relacionarnos, de romper las barreras que nos impiden crear encuentros cálidos y humanos.
Una de mis aficiones es tocar el acordeón y a el le dedico, de vez en cuando, algunos ratos.
Recordando las noches de ronda, en las que la luna blanca proyecta reflejos de plata sobre las negras capas y en las que la alegre tuna entona románticas canciones bajo los balcones, me atreví, una tarde, a sustituir la música de las guitarras, laudes y bandurrias por la notas del acordeón, y en el acostumbrado rincón de mi casa, me dispuse a interpretar el clásico pasodoble "CARRASCOSA"; conocido pasacalles.
Os comparto el resultado de mi atrevimiento.
1 comentario:
FELICIDADES CRUZ. MUY BIEN Y MUY BONITA. INTENTARÉ COPIARTE
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