En una zona relativamente seca como la nuestra, la llegada del agua, a través de la lluvia abundante es una fiesta de la naturaleza. Los cerros se adornan de desiguales torrenteras, cuyas aguas invaden los caminos y acrecientan el caudal de los arroyos que se despeñan entre pizarras hacia el río, dejando en el ambiente del paisaje gris la monocorde sinfonía del agua.
Os dejo algunas fotos captadas con mi humilde camarita digital y que fui obteniendo durante el recorrido.
Dos fotos del pantano a tope de agua.Cuando llegue al río me encontré con el cadáver de un pobre zorro en la puerta de la aceña
Torrentes hacia el arroyo del Cachalón, arroyo Pilambres después del Pantano, arroyo del Cachalon desembocando por el puente en el río Alagón
El pantano desbordándose por su muro de contención
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