"El pasado año 2.008, en una conversación mantenida recordé en que hubo un tiempo en que algunos pensabamos en buscar en un pueblo nuestro medio de vida. .
La pregunta que a muchos se les viene a la cabeza es ¿podría alguien joven y con niños vivir en el pueblo? ¿Hay futuro en un lugar con escasos servicios públicos y donde en apenas una década, si no ponemos remedio, la despoblación de nuestros pueblos puede ser ya irreversible?.
La primera pregunta es el medio de ganarse la vida. Los mayores piensan en seguida en las ovejas y la agricultura, pero hay que reconocer que internet ha facilitado la posibilidad de trabajar a distancia.
Si se supera el modo de obtener beneficios económicos, habría que pasar a las siguientes consideraciones. Por ejemplo, la educación de los niños. Cuando son pequeños, es más fácil, dado que los colegios rurales pueden prestarles una atención más personalizada, y su actitud hacia el aprendizaje dependerá también en gran medida del trabajo de los padres en casa.
Quizá el problema mayor sea la soledad del pionero. Y con esto me refiero a que si nuestro pueblo tiene la suerte de contar en el futuro con nuevos residentes permanentes, su futuro es vivir solos en un pueblo fantasma. Y, peor aún, la sostenibilidad económica de los servicios públicos de los pueblos es complicada. Debido al nuevo modelo estatal, los impuestos revierten casi en exclusiva en la comunidad autónoma en la que residimos. Si somos propietarios de una casa en una comunidad distinta, allí recibiremos los servicios públicos, pero esa comunidad no recibirá impuestos de nosotros. Es difícil creer entonces que los políticos se preocupen de invertir en los pueblos cuando los ciudadanos que tengan allí sus casas, residentes eventuales, no ejerzan allí su derecho a voto.
Pese a todas estas consideraciones, existen asociaciones y personas, llamadas neorurales, que regresan a los pueblos en busca de un modo de vida distinto al de las ciudades. Lo consideran más satisfactorio a nivel personal, y desde luego con horizontes vitales muy distintos a la sociedad de consumo que todos vivimos.
Personalmente, yo no coincido con estos planteamientos. España ha tendido en sus dos grandes emigraciones (la primera en los años veinte y la segunda en los sesenta, ambas del siglo XX) a concentrar toda su población en ciudades. Países vecinos como Francia, y algunos tan alejados como Estados Unidos, han sabido tener pueblos grandes donde las personas pueden desarrollar su vida sin renunciar a la modernidad. Y en casos tan extremos como Australia, donde una sóla granja puede tener la extensión de toda Guadalajara, los niños son educados por televisión e internet vía satélite, y los médicos se desplazan en helicóptero. Por tanto, si ser neorural supone renunciar a un nivel económico aceptable, criar ovejas, y vivir al albur de lo que la administración pública decida para los “despoblados”, el futuro de nuestros pueblos, en Extremadura, será la despoblación.
Recientemente he conocido a un fabricante de jabones tradicionales (con base de aceite de oliva) que tiene su fábrica en un pequeño pueblo de Zaragoza, de tamaño similar al nuestro. El negocio familiar fabrica jabones para las tiendas enjabonARTE, y vende en todo el mundo. El dueño hereda el negocio familiar, tiene algo más de 30 años, y una visión de la economía global muy clara: no importa dónde estés, si lo que fabricas es bueno y tiene un precio razonable, te lo comprarán en todo el mundo. Los distribuidores japoneses ya se han interesado por él. Y su empresa no funcionaría mejor en Madrid ni en Barcelona. Creo que es un ejemplo para todos los pueblos despoblados de España. Y posiblemente un ejemplo también para una actitud muy española, centrada en hacerse funcionario, que ha generado provincias como Ciudad Real, donde el 80% de la población activa son funcionarios. La iniciativa privada tiene que abrirse paso, y aunque la administración pública la facilite, deberá abrirse camino por sí sola, y no vivir a expensas de las subvenciones. Pan para hoy y hambre para mañana.
Si nos preguntamos si es posible volver a vivir en Pescueza, estaremos formulando mal la pregunta. Lo importante es si queremos vivir allí, y estamos dispuestos a luchar por cambiar el medio en que se desarrollará nuestra vida y nuestros hijos, así como aceptar sus limitaciones. Los pioneros, si los hay, tendrán que apostar por crear nuevos negocios, desarrollarlos allí, y potenciar la posibilidad de que acudan nuevos vecinos al calor de esta expansión. Ahora bien, hoy por hoy, a menos que uno sea agricultor, o quiera criar ovejas, la vida permanente en Pescueza no es posible".
5 comentarios:
pues el primero que te fuiste del pueblo eres tu, y es el primero que tienes que vivir en el ya que comes de el, por cierto a ver si trabajas algo y dejas de decir tantas tonterías
Anonimo. Gracias por tu critica. me gustan este tipo de comentarios por que me hacen reflexionar. Sin embargo en esta ocasion creo que te equivocas. Procuro dedicar mi preocupacion, mi ilusión y parte de mi tiempo por este pueblo al que quiero y admiro y procuro colaborar en todo lo que pueda ser util en el bien de Pescueza. Por supuesto que puedo equivocarme y cometer fallos como ser humano que soy, pero pienso que solo se equivoca el que actua, aquel que no hace nada no puede equivocarse.
A pesar de no vivir permanentemente en el pueblo, cosa que siento, aunque no lo creas, mi vinculación a el es total y plena.
Muchas de estas cosas que escribimos, decimos y hacemos, y que a ti te parecen tonterias, pueden ser motivos, quiza sencillos, pero importantes, para que Pescueza sea hoy un pueblo conocido en muchos lugares y por muchas personas.
Por supuesto, mis aciertos y mis equivocaciones en mis comentarios, mis actuaciones y mis opiniones estan y estaran siempre selladas con mi cara y con mis nombres y apellidos. Nunca se me ocurrira escudarme cobardemente en un anónimo para hacer crítica destructiva o para insultar. De todas formas te reitero las gracias por tener la deferencia de perder un poco de tu tiempo para leerme.
Como verás no he eliminado tu comentario, ni pienso hacerlo, de momento, por que ademas creo que este tipo de comentarios anonimos al que definen y retrata es al que lo hace.
Feliz Navidad.
Dejando a un lado las críticas infundadas de anónimo, te diré que yo lo veo dificil esa vuelta y en casos como el de Pescueza pues debido a la cercanía de ciudades como Coria con todo tipo de servicios y lugares de ocio y esparcimiento, colegios, institutos, es mas facil trasladarse a trabajar al pueblo y regresar una vez finalizado el trabajo y dejar el pueblo para vacaciones, fines de semana y demás. Eso mismo pasa donde yo vivo, todos los pueblos de la comarca están practicamente deshabitados residiendo muchas personas en Tordesillas y desplazandose a trabajar en agriculturas y ganaderias al pueblo y dejando la visita a estos para fines de semana y vacaciones
Enrique tienes razón. La realidad es como tu la describes y quiza cambiar esa realidad a corto plazo sea casi imposible. El cambio puede realizarse a largo plazo si vamos consiguiendo poco a poco poner las bases, para que tenga lugar esos servicio y esos espacios de ocio y espacimiento a que te refieres que motive y haga atractiva la estancia permanente de la gente en los pueblos. Ya hay algunos sintomas de esa llamada y de esa intención de gente que buscan calidad de vida en los pequeños pueblos.
Gracias Enrique por tu comentario y feliz Navidad para ti y tu familia.
Ojala que así sea y que en un tiempo mas omenos largo haya que hacer obras en el pueblo para hacer un nuevo colegio ya que eso será una señal inminente de la vuelta al mundo rural. Feliz Navidad y a esperar estos días para regresar al pueblo por Navidad como el turrón. Saludos Cruz desde un Valladolid sumido en las nieblas
Publicar un comentario