Os aporto y os comparto mi reflexión de esta semana en el 5x1 de Paco Martin. Me gustaria conocer vuestra opinión sobre el grito silencioso de las tragedias cotidianas del mundo y de la vida.
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El mundo esta lleno de silencios que gritan a los oídos sordos de la indiferencia. La naturaleza es indiferente a los débiles, es mas, los aniquila, los elimina. El principio genético de la selección natural se ceba con el débil. Pero el ser humano puede y debe contrarrestar esa tendencia, sin embargo, sigue las pautas negativas del ser natural.
Se escucha, a veces, en las tardes abrumadas por el sol, el silencioso grito de la tierra seca. Silencio de la tierra pidiendo el agua salvadora, la lluvia que purifique y vivifique el surco, ablande la dureza del terruño y engendre vida de semilla y fruto sobre la esperanza de una nueva sementera. Callad todos y escuchad el grito del silencio de la tierra.
El silencio de mi pueblo grita cada mañana en las calles y en los tejados la tragedia de su abandono, el desgarro de su apacible soledad. Pueblo mío, nadie escucha tu grito silencioso. Nadie atiende al latido de tu esperanza, el palpitar callado de tus ilusiones. Árbol rural que se nos va secando por falta de lluvias, de esas lluvias cálidas que nacen del pensamiento, de las ideas, de las manos y del corazón. Escuchad este silencio antiguo de mi pueblo, donde se retuercen de desesperación y de rabia las raíces de su historia. Por este cauce llego cantando Extremadura, como lluvia del norte. Por este camino fue sembrando pueblos hasta formar el mapa jubiloso de mi tierra. Callad todos y escuchad el grito del silencio de mi pueblo.
El silencio oscuro de los pobres del mundo grita en el desierto de la indiferencia de los ricos del mundo. Silencio que mendiga la justicia de no morir de hambre. Silencio que pide el pan que nos sobra y que los inhumanos arrojamos a la nada. Silencio que grita pidiendo el derecho a la cultura, a la esperanza de un mejor futuro. Callad todos y escuchad el grito del silencio de los pobres del mundo.
Las cárceles del mundo están llenas de presos que gritan el silencio de su soledad. Como sombras en los rincones del abandono, nos reflejan la realidad de una sociedad imperfecta, llena de errores, de incomprensiones, de desarraigos y de intolerancias. Callad todos y escuchad el grito del silencio de los cautivos del mundo.
El mundo egocéntrico y egoísta, escucha, indiferente, el grito del silencio de los que no protestan, de los que se conforma con todo el olvido que les dio la dura indiferencia. El mundo no escucha el grito del silencio de los no nacidos, de los inocentes que se quedan olvidados en la antesala de la vida. El mundo no escucha el ruido de las guerras, el grito desgarrado de las madres de las guerras, el llanto angustioso de los niños de las guerras, el silencio de los muertos de las guerras. Gritos, llantos, muertes que, desde el silencio siguen pidiendo paz inútilmente, por que el corazón del mundo occidental es una piedra de oro que late en un equivocado paraíso.
Miremos todos al cielo en una noche de luna llena, abramos las ventanas del corazón a la brisa del sueño; callemos todos y escuchemos el grito del silencio del mundo.
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El mundo esta lleno de silencios que gritan a los oídos sordos de la indiferencia. La naturaleza es indiferente a los débiles, es mas, los aniquila, los elimina. El principio genético de la selección natural se ceba con el débil. Pero el ser humano puede y debe contrarrestar esa tendencia, sin embargo, sigue las pautas negativas del ser natural.
Se escucha, a veces, en las tardes abrumadas por el sol, el silencioso grito de la tierra seca. Silencio de la tierra pidiendo el agua salvadora, la lluvia que purifique y vivifique el surco, ablande la dureza del terruño y engendre vida de semilla y fruto sobre la esperanza de una nueva sementera. Callad todos y escuchad el grito del silencio de la tierra.
El silencio de mi pueblo grita cada mañana en las calles y en los tejados la tragedia de su abandono, el desgarro de su apacible soledad. Pueblo mío, nadie escucha tu grito silencioso. Nadie atiende al latido de tu esperanza, el palpitar callado de tus ilusiones. Árbol rural que se nos va secando por falta de lluvias, de esas lluvias cálidas que nacen del pensamiento, de las ideas, de las manos y del corazón. Escuchad este silencio antiguo de mi pueblo, donde se retuercen de desesperación y de rabia las raíces de su historia. Por este cauce llego cantando Extremadura, como lluvia del norte. Por este camino fue sembrando pueblos hasta formar el mapa jubiloso de mi tierra. Callad todos y escuchad el grito del silencio de mi pueblo.
El silencio oscuro de los pobres del mundo grita en el desierto de la indiferencia de los ricos del mundo. Silencio que mendiga la justicia de no morir de hambre. Silencio que pide el pan que nos sobra y que los inhumanos arrojamos a la nada. Silencio que grita pidiendo el derecho a la cultura, a la esperanza de un mejor futuro. Callad todos y escuchad el grito del silencio de los pobres del mundo.
Las cárceles del mundo están llenas de presos que gritan el silencio de su soledad. Como sombras en los rincones del abandono, nos reflejan la realidad de una sociedad imperfecta, llena de errores, de incomprensiones, de desarraigos y de intolerancias. Callad todos y escuchad el grito del silencio de los cautivos del mundo.
El mundo egocéntrico y egoísta, escucha, indiferente, el grito del silencio de los que no protestan, de los que se conforma con todo el olvido que les dio la dura indiferencia. El mundo no escucha el grito del silencio de los no nacidos, de los inocentes que se quedan olvidados en la antesala de la vida. El mundo no escucha el ruido de las guerras, el grito desgarrado de las madres de las guerras, el llanto angustioso de los niños de las guerras, el silencio de los muertos de las guerras. Gritos, llantos, muertes que, desde el silencio siguen pidiendo paz inútilmente, por que el corazón del mundo occidental es una piedra de oro que late en un equivocado paraíso.
Miremos todos al cielo en una noche de luna llena, abramos las ventanas del corazón a la brisa del sueño; callemos todos y escuchemos el grito del silencio del mundo.
1 comentario:
Todas tus palabras y otras más pasaron por la mente de Jesus, colgando en la cruz, en la del niño por nacer a punto de ser abortado. ?¿Qué es el hombre para que Dios se acuerde de él? ¿Qué es el hombre para que Dios lo rescate con la pasión y la muerte de su único hijo?
Si sos padre, si tu hijo está sufriendo, estas palabras tienen otra dimensión.
Saludos.
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