LA IGLESIA DE VICENTE FERRER

De nuevo os paso mi colaboracion en el 5x1 (espero) de esta semana:

La reciente noticia de la muerte de Vicente Ferrer, un ex jesuita catalán que dedicó su vida a servir a los demás me ha llamado la atención y me ha llevado a indagar un poco en su biografía. He llegado a la conclusión personal de que su solidaria actitud esta basada en una profunda fe y en un puro y autentico cristianismo: "Entre en la compañía de Jesús-dice- y quise ver a Dios cara a cara, hasta que, a lo largo de los años, me di cuenta que lo tenia que ver en nuestros hermanos pobres".

Practicó la caridad, desde el respeto, desde la integración, sin imposiciones, enseñando a pescar: "si les enseñamos cómo no ser pobres,-comentaba- lograremos que abandonen la miseria". Esta ha sido la forma de ser y de actuar de Vicente Ferrer. Cristo nos dice: "Da a quien te pida y no vuelvas la espalda a quien desee de ti algo prestado", "No juzguéis y no seréis juzgados", "Cuanto quisiereis que os hagan a vosotros los hombres hacédselos vosotros a ellos". En estas palabras, en el verdadero mensaje de amor de Jesús, y en su profunda fe en la existencia de un Dios misericordioso, caritativo y bueno, se ha basado la descomunal obra social que ha montado en la India este misionero.

Su voluntad de mejorar a toda costa la vida de los necesitados le hizo dejar a un lado, cuando las circunstancias lo exigían, el tema espiritual. Lo prioritario era lo material. Había que hacer pozos, labrar la tierra, plantar árboles, hacer casas...: "Yo no he venido aquí-dijo- para facilitar una buena estadística de bautizos".

Esta es la verdadera y autentica Iglesia de Cristo y ella es la fuerza que proyecta la voluntad de estos hombres y mujeres que se dejan sus vidas en el tercer mundo por los demás. Esta es la verdadera Iglesia que deberíamos poner en práctica en nuestra sociedad, la Iglesia de la tolerancia, de la comprensión, de la caridad, del amor; no la del miedo y la amenaza. "Es importante-decía Vicente Ferrer- que no monopolicemos a Dios, que no lo clasifiquemos, que no lo atemos". "Yo quiero ser un hombre-dijo en otra ocasión- contemplativo en la acción. El sentido de mi vida es hacer el bien. Yo creo que existe el mundo del bien en esta tierra, y hay que vincularse a él para dar sentido a nuestra vida". "La pobreza y el sufrimiento-comentaba- no están solamente para ser entendidos sino para ser resueltos".

Me comentaba hoy un paisano amigo mientras tomábamos unas cervezas: "Ya ves, Vicente Ferrer, un jesuita, con la labor tan grande que ha hecho en la India y la Iglesia española no ha dicho ni una palabra". Pues la verdad, yo tampoco entiendo algunos silencios de la Iglesia jerarquica, y me pregunto: ¿No será que la Iglesia jerárquica emprendió hace tiempo un sendero histórico equivocado? ¿No será que debe actualizarse, que debe integrarse mas en la sociedad, aboliendo normas arcaicas que ya no tienen razón de ser y si de desaparecer?, ¿No sera que debe vislumbrar mejor los problemas sociales, comprendiendo y entendiendo a los seres humanos que los padecen?

Pero miremos al mundo necesitado y veamos la otra Iglesia, la verdadera Iglesia de Cristo, la Iglesia de la caridad, de la comprensión, de la tolerancia, del amor, la Iglesia de Vicente Ferrer.